Como ya comenté, el interior de la Catedral es para hacer una entrada a parte, cuando entras en la Catedral te trasladas a otro mundo y no sabes exactamente que fotografiar o que no fotografiar. Por ejemplo los suelos, con majestuosos mosaicos perfectamente conservados.
Como se puede comprobar las galerías de la Catedral se soportan sobre expectaculares columnatas, una mirada al cielo nos deja ver las bovedas que conforman el techo y además los bustos de los diferentes Papas que coronan la nave principal así como las impresionantes bobedas y la Cúpula central.
La Biblioteca Piccolomini, lleva su apartado propio, en una pequeña habitación de la Catedral se puede contemplar la maravillosa biblioteca, que, además de los libros te premite disfrutar de un espacio totalmente ornamentado.
Por último las diferentes capillas que albergan obras de arte y el pulpito y el abside, así como la capilla bautismal y detalle de alguna vidriera.
Con estas fotos termino la entrada actual, hasta la próxima.
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